Aprendizaje Basado en Proyectos, algo con lo que entusiasmarse
- laeducacionentiemp
- 6 ago 2020
- 3 Min. de lectura
El ABP o Aprendizaje Basado en Proyectos es el nombre que recibe una de las consideradas metodologías alternativas, caracterizadas por ser activas y centradas en el alumnado, así como en el aprendizaje significativo a través de la experiencia.
Hoy en día, esta metodología ha cobrado mucha importancia debido a sus múltiples beneficios y adaptabilidad a cualquier etapa educativa y materia. No obstante, sigue siendo una gran desconocida para muchos profesionales de la educación y, por ello, quisimos entrevistar en directo a Ángela Villalobos, creadora de @psico.educa y profesora de Formación Profesional, experta en la aplicación del ABP.

A continuación, con el objetivo de seguir aportando nuestro granito de arena a la comunidad educativa, presentamos las ideas principales que Ángela compartió con nosotras.
El ABP es una metodología que persigue un aprendizaje multidisciplinar, no centrado en una única materia o bloque de contenidos, sino focalizado en el trabajo de competencias, integrando distintas áreas de conocimiento y habilidades. No se trata de olvidarnos del currículum, al contrario, se trata de indagar, unir, separar, mover, fusionar aquellos contenidos que, en función de lo que estemos trabajando, formen parte de una misma estructura por coherencia o afinidad.

¿Es posible trabajar aspectos relacionados con la biología, las matemáticas, la nutrición y el lenguaje al mismo tiempo? Sí, si por ejemplo estamos inmersos en un proyecto en el que debemos elaborar un menú saludable, necesariamente aplicaremos conocimientos relacionamos con el aparato digestivo, las cantidades, el texto instructivo, etc. De este modo, conseguimos que el aprendizaje tenga sentido para el alumnado y, a su vez, aplicabilidad, además de resultar más atractivo y perder su componente memorístico para ganar aprendizaje a través de lo que se “hace”, de la experiencia.
Desde este enfoque, el aprendizaje está íntimamente relacionado con lo que será la vida futura del alumnado, ya que en nuestro día a día no realizamos tareas concretas en las que ponemos en práctica un único conocimiento, sino que desarrollamos actividades o funciones que engloban distintas áreas y competencias.
Continuando con la introducción a este método, es importante remarcar que los proyectos siguen una serie de etapas o fases que, aunque varían en función del centro o profesional que lo ponga en práctica, seguirán una secuencia temporal similar a la siguiente:

Teniendo todo lo anterior en cuenta, podemos ya deducir muchas de sus múltiples ventajas. Pero, ¿qué más nos aporta esta metodología?
Otro de los puntos fuertes del ABP es el trabajo en equipo, lo que se ha convertido en una de las claves de su éxito. El trabajo en equipo trae de la mano el desarrollo de imprescindibles competencias transversales, como son la organización, la comunicación, el liderazgo y la resolución de conflictos, entre otras.
Además, esta forma de trabajar permite que la evaluación sea formativa y que el error sea parte del proceso y, a su vez, fuente de aprendizaje, siendo el alumno el protagonista indiscutible.

Imagen propiedad de Freepik
Llegados a este puntos nos hacemos la pregunta del millón:
¿Es posible esta metodología en las modalidades de aprendizaje a distancia?
Afortunadamente, en palabras de Ángela, ABP y online son dos conceptos que (¿por qué no?) podemos asociar.
Por un lado, el trabajo por parte del alumnado es autónomo, lo que facilita que aprendan a su propio ritmo, gestionen su aprendizaje y no dependan de las explicaciones unidireccionales de un docente.
Por otro lado, el trabajo en equipo, gracias a la infinidad de herramientas digitales que tenemos a nuestra disposición actualmente, ha dejado de ser una desventaja a la hora de elegir la modalidad a distancia.
Entonces, si soy docente y quiero dar mis primeros pasos en el llamado ABP, ¿qué más necesito saber?

Esta metodología requerirá de una gran implicación por tu parte, ya que el conjunto del equipo educativo debe ser una figura de referencia y apoyo durante todo el proceso, desde el diseño hasta su evaluación final, pasando por las tutorizaciones, sesiones y explicaciones. Como docente, deberás perder el miedo a compartir espacio, tiempos y sesiones con tus compañeros/as, deberás ser flexible y adaptarte constantemente a las necesidades de tu grupo. Además, dado que el alumnado también trabaja en equipo, serás un modelo y pieza fundamental – sobre todo en los momentos iniciales – para facilitar el buen funcionamiento de los equipos de trabajo, sirviendo de apoyo y mediando en los conflictos que puedan surgir.
Pero… ¿para eso nos apuntamos a esta maravillosa aventura de la docencia, no?

Si creemos en ello, atrevámonos, ya hemos visto que es posible, con o sin confinamiento. Sigamos el camino que la re-evolución educativa nos está marcando.
Si quieres no perderte nada del grato tiempo que compartimos con Ángela, puedes ver la entrevista sin cortes en nuestro canal de IGTV.
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