LA FORMACIÓN ONLINE VISTA POR UN ALUMNO.
- laeducacionentiemp
- 25 jul 2020
- 3 Min. de lectura
Alejandro es un alumno de 15 años que el pasado curso ha superado 2º de la ESO en Valencia. Él, como muchos otros, ha pasado por el carrusel repentino de la formación online que el estado de alarma nos obligó a adoptar, nos gustara o no.
El pasado miércoles entrevistamos a este alumno valiente, por edad y contenido, ya que no tuvo problema en expresar libremente su opinión sobre las relaciones alumno-profesor, así como contestar a algunas presuntas sobre recomendaciones para los que estamos al otro lado: los profesores.
La entrevista la dividimos en tres parte claramente diferenciadas: su opinión general y el camino recorrido antes de llegar al confinamiento, su experiencia formativa durante la pandemia y, para finalizar, algunas recomendaciones que cree importantes para el colectivo del profesorado.

Alejando nos explicó abiertamente que hasta el momento del confinamiento había sido un alumno más bien irregular y agitador en el aula, era por ello, que estaba repitiendo 2º de la ESO. Sin ningún tipo de tapujo nos explicó algunas de las acciones que llevaba a cabo en el aula y como en muchas ocasiones, al no interesarle en absoluto la materia, intentaba boicotear al profesor o por el contrario optaba por la opción de no atender en absoluto a las explicaciones.
Teniendo en cuenta todo esto, aprovechamos para preguntarle, qué era lo que más le motivaba en una asignatura, o cómo era el profesor/a que le gustaba tener en el aula. Alejandro lo tuvo claro: nos explicó que él como más cómodo se sentía era con aquellos profesores que mantienen una relación cariñosa con el alumnado, explicaba de manera pausada, con feedback continuo y fomentaba un clima de confianza tal, que todos y cada uno de los presentes se sintieran libres de preguntar en cualquier momento. Para él, el respeto y la confianza son claves y así lo demostró repitiéndolo en varias ocasiones durante la entrevista.
Situados en el momento del confinamiento, nos trasladó el descontento y descontrol potencial que le provocaba tener comunicación del profesorado por vías distintas, en distintos momentos y sin rutinas preestablecidas. Además, para él hubo un punto clave y ese fue, cuando la mayoría de sus profesores empezaron a saber usar Classroom, momento este en el que la carga de trabajo aumentó considerablemente y de un día para otro.

En su rutina diaria personal, Alejandro nos comentó que realizaba las tareas escolares durante la mañana, tranquilo y conectado online con una compañera de clase y esta situación, sin ataduras de horario, atención continuada y previsión de entrega de actividades con poco tiempo, son las que le dieron la tranquilidad de aprendizaje y estudio que le han llevado a obtener unos resultados más que satisfactorios durante el confinamiento.
Es plenamente consciente de su potencial, de lo poco que le ayuda su actitud en el aula, pero también es muy crítico con las etiquetas que muchas veces ha soportado por parte del claustro de profesores o de la poca empatía o cercanía que ha notado de algunos de ellos.
Alejando ha sido el primer crítico con él mismo, sabe que no hace bien, pero también nos quiere hacer ver, que muchas veces, prejuzgamos sin
conocer, nos distanciamos sin conversar y eso, la pérdida de esa afectividad nos hace perderles también a ellos.

Gracias Alejandro, ojalá en nuestras tutorías hubieran muchos alumnos tan directos y sinceros. Llegarás lejos.
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