Dime cómo evalúas y te diré qué tipo de docente eres (parte 2)
- laeducacionentiemp
- 18 jul 2020
- 3 Min. de lectura
Recursos para una evaluación formativa
Como os dijimos en la última entrada (parte 1), en este artículo partimos de la idea central de que la evaluación de nuestro alumnado puede ser un excelente motor de aprendizaje.
Antes de seguir con la lectura, te invitamos a consultar nuestra última publicación, en la que hablamos de la evaluación formativa y de cómo se puede convertir en nuestra gran aliada si queremos que el objetivo de nuestra evaluación sea la comprensión, motivación, diálogo, mejora y aprendizaje y no la comparación, clasificación, medición y selección.

Es posible que, al finalizar la primera parte del artículo, te preguntaras ¿y cómo lo hago?, sobre todo si eres docente en una modalidad a distancia, donde puede ser un verdadero reto entender de este modo la evaluación.
No obstante, tenemos buenas noticias. Muchas veces, no necesitamos plantear actividades distintas o contar con nuevas herramientas, sino que podemos recurrir a los recursos que ya controlamos y aprovechar la información que nos aportan. Por ejemplo, Kahoot, que por definición evalúa de un modo sumativo el aprendizaje del alumnado, puede ser una excelente herramienta de evaluación formativa si, después de realizar el test, tenemos en cuenta esos resultados para diseñar la siguiente sesión o si, por ejemplo., reflexionamos sobre las respuestas con el grupo, sobre qué se ha aprendido, en qué conceptos hay más dificultades, etc.
El uso que hagamos de una herramienta definirá si es útil o no para nuestro proceso de enseñanza y aprendizaje.

En relación a quién realiza la evaluación, ya hemos visto que no siempre es (ni debe ser) el docente quién evalúa. La autoevaluación y la coevaluación forman parte del proceso y, por supuesto, van de la mano de este tipo de evaluación, son compañeros inseparables.
A continuación, aunque hay múltiples recursos que podemos utilizar, os presentamos una selección de los que no requieren demasiada elaboración para ponerlos en práctica y, además, son fácilmente adaptables a una modalidad online.

Semáforo
Se basa en un sistema de colores:
Rojo (necesito una explicación, apoyo, ayuda).
Amarillo (con un poco de ayuda lo puedo hacer o comprender).
Verde (lo comprendo, puedo ayudar).
Resulta muy útil como instrumento de autoevaluación o coevaluación. Hay distintas formas de llevarlo a cabo; por ejemplo, pueden contar con tarjetas con esos colores en las mesas y mostrar la que se corresponda con cómo se sienten respecto a aquello que se esté trabajando.
Lo ideal, si estamos trabajando en el aula, es que ese apoyo que necesitan lo reciban de una compañero/a que muestra tarjeta verde y no de un docente.

Tickets de salida
Al final de una sesión, unidad, etc. se reparten plantillas en las que se debe rellenar, por ejemplo:
Del (trabajo de hoy) me quedo con…
● Este aprendizaje:
● Esta duda:
● Esta opinión:
● Esta idea:
● (...)
● Frase resumen del trabajo de hoy:
● ¿Cómo explicarías a una amiga lo que has aprendido hoy?:
Las opciones son infinitas, dependerá de la tarea que se esté realizando y del tipo de información que se quiera recoger.

Preguntas al azar
Se puede elegir a un miembro del grupo al azar (o sortear) y que esa persona sea quien deba:
● Explicar X concepto o idea de la sesión anterior.
● Compartir el proceso de su grupo; cómo están trabajando, en qué punto están, dificultades, etc.
Como en el caso anterior, las opciones son infinitas.

Tarjetas SÍ/NO
Cada alumno/a o grupo tiene una tarjeta que en una cara tiene escrito “sí” y en la otra “no”.
Se pueden lanzar preguntas al grupo para comprobar si han comprendido los aspectos trabajados en la sesión.
Se plantea a modo de pregunta (deben contestar sí o no) o a modo de afirmación e indicarán si están o no de acuerdo.
Estas técnicas pueden utilizarse diariamente para recibir información sobre el trabajo del grupo y/o sobre la comprensión de lo tratado durante una unidad, proyecto o sesión.
No obstante, no es necesario realizar actividades de este tipo en todas las ocasiones, puede ser más que suficiente reservar un espacio para compartir y reflexionar en grupo.
Por su parte, si queremos evaluar un proceso, producto o tarea concreta, no queremos dejar de mencionar que contamos con muchos instrumentos “clásicos” que también podemos utilizar como parte de nuestra evaluación formativa: listas de control, rúbricas, diarios de aprendizaje, etc.
Ahora, cuéntanos, cuando estás evaluando ¿cuál es tu objetivo?
Comments